DESCUBRIMIENTO MISTERIOSO: Pinturas rupestres recién descubiertas bajo la cueva más profunda del mundo revelan evidencia de una civilización perdida

En un hallazgo que podría reescribir parte de la historia humana, un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto un conjunto de pinturas rupestres ocultas en una de las cuevas más profundas del planeta, ubicada en una remota región del Cáucaso. Estas obras de arte, que se estima tienen más de 12.000 años de antigüedad, podrían pertenecer a una civilización hasta ahora desconocida por la ciencia.

El descubrimiento tuvo lugar en la Cueva de Krubera, también conocida como “la Cueva de Voronya”, la más profunda conocida en el mundo, con más de 2.100 metros de profundidad. Durante una expedición científica con fines geológicos, un grupo de espeleólogos se topó con una cámara subterránea sellada por siglos, en la cual encontraron las pinturas.

Las imágenes, elaboradas con pigmentos minerales naturales, muestran escenas de caza, figuras humanas estilizadas y símbolos abstractos que no coinciden con ninguna iconografía conocida de culturas paleolíticas. Esto ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que se trate de una civilización perdida que habitó las profundidades de la región durante la última Edad de Hielo.

El arqueólogo principal del equipo, el doctor Javier Montes, declaró:
“Nos encontramos ante una expresión cultural completamente nueva. Estas pinturas no solo son únicas por su ubicación extrema, sino también por su estilo y complejidad. Nunca habíamos visto algo parecido.”

Los análisis preliminares mediante datación por carbono han confirmado que las pinturas tienen entre 12.000 y 14.000 años de antigüedad, lo cual las sitúa en un periodo de transición entre el Paleolítico y el Mesolítico. Esto podría significar que sus autores desarrollaron un tipo de sociedad avanzada para su época, quizás incluso con estructuras sociales complejas.

Además de las pinturas, se hallaron restos de herramientas de piedra, utensilios tallados en hueso, y lo que parece ser una estructura rudimentaria que podría haber servido como altar o centro ceremonial. Algunos expertos sugieren que esta civilización habría vivido o realizado rituales en las profundidades como parte de sus creencias espirituales.

El hallazgo ha generado un debate intenso en la comunidad científica, no solo por su valor histórico, sino también por lo que podría significar respecto a la capacidad humana de adaptación y expresión artística en entornos extremos.

Actualmente, el equipo de investigación trabaja en preservar las pinturas y continúa explorando las cámaras contiguas de la cueva. Se espera que los resultados completos del estudio se publiquen en una revista científica en los próximos meses, mientras el mundo observa con asombro cómo este descubrimiento misterioso nos acerca un poco más al pasado olvidado de la humanidad.